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Foto del escritorRespirando el verano

Tres poemas de María Matilde Rodríguez



El pez dorado. Paul Klee (1925)



Sobre la poesía de Rodríguez:


En la obra de María Matilde Rodríguez siempre se encuentra la palabra justa, aquella que logra que en todo pensamiento enunciado se encuentre el halo poético.


Ramón Illán Bacca


China Town en La Habana


En el barrio chino

encontré tu nombre y tu apellido

como un santo y seña grabado en la pared.

Intenté cavarla

pero la dueña del restaurante

amenazó con llamar a la policía.

Luego me mostró su dedo índice.

Quién creería que sobre una pared de la calle Zanja

y los dragones

se clavaron tus ojos de amanuense

al tallar la palabra herida

con otra cicatriz que ocultaría

ese tiempo de cal y de barbaries.

Me fui del barrio chino

no había comida

ni siquiera chinos.

Acaricio las letras en el aire

susurro tu nombre

es lo único que me queda.


La pesca


Esta isla es un milagro.

Demagogia de ángeles

la costura que Dios hizo un domingo

mientras el mar lanzaba espuma por la boca

como una mujer que tiembla en una mansa rabia.

Vivo en un Olimpo en ruinas y sin gatos

pero con más lunas llenas que en otro lugar

del universo

lunas que se encienden para ver danzar los perros

y las despedidas.

A un paso está el abismo de las olas

No hay fondo

solo un cielo que se repite hacia abajo

mientras un niño al otro lado del mundo

lanza un anzuelo

y pesca el sueño de un antiguo paraíso.


Dios virtual


Mi Dios un solo Like tuyo bastaría para sanarme

para llenar de gozo mis heridas

y no seguir esperando el anzuelo del pescador

Mi Dios si el mar no basta para calmar esta sed

si la sal resbala por las calles angostas

de esta isla de piedra

Mi Dios si no hay costal

para contener los arrullos de los niños del camino

ni tambores para mi canción

¿qué será de mí?

Un sólo Like tuyo bastaría para sanarme.


Poemas de “Juramento gitano”.

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