Reencuentro con una mujer
La mujer le dejó saber con la mirada que quería decirle algo. Leoncio accedió, y cuando ella se apeó del bus él la siguió. Fue tras ella a corta pero discreta distancia, y luego de alejarse a un lugar solitario la mujer se volvió.
Sostenía con mano firme una pistola. Leoncio reconoció entonces a la mujer ultrajada en un sueño y descubrió en sus ojos la venganza.
-Todo fue un sueño -le dijo-. En un sueño nada tiene importancia.
La mujer no bajó la pistola.
-Depende de quien sueñe.
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